Hola astrolovers, hoy quiero hablarles sobre la importancia de sanar a nuestro niño interior, reconciliarse con el, abrazarlo, mimarlo, nutrirlo e integrarlo a nuestra vida, no como un reflejo del pasado; sino, como un compañero de viaje del amor propio.
Todos debemos mantener en un lugar especial de nuestro corazón la capacidad de sorprendernos, de jugar con la imaginación, no importa nuestra edad, la verdadera edad está en el alma.
Nuestro niño interior aparece para afianzar nuestra autoestima, para mostrarnos que vive dentro para que no perdamos la capacidad de asombro, la inocencia y la espontaneidad de esa edad, vive para que no perdamos el pensamiento mágico de creer en lo que no se ve. Esta para sostenernos en la fe, para entender que nunca hemos estado solos, que juntos somos más fuertes y podemos luchar contra ese mundo interno de dudas y miedos.
Es tan importante ser leales con nosotros mismos, contactamos con nuestra alma a través del silencio, en ella vive la percepción y la energía. El ego es todo aquello que nos aleja de nuestra esencia, no permite que se exprese libremente, nos convierte en personas con muchas etiquetas, creencias obsoletas y nos convierte en esclavos de las vivencia que tuvimos desde que nacimos.
Todo lo que vivimos de niños lo trasladamos a nuestro día a día y es por eso que solemos buscar todo en el exterior, tenemos muy dañado el concepto de "Merecimiento", trabajas tu sombra y amas incondicionalmente a tu niño interior, te perdonas y reconoces que hiciste lo mejor que pudiste en cada etapa de tu niñez, sin juicios, sin dolor, sin rencores. El perdón nos libera.
También es fundamental que en este proceso también perdones a tus padres, fueron tu primer espejo y su relación contigo también estuvo sujeto a sus narrativas y falta de merecimiento. Tu solo los veías desde su herida, no subestimes la influencia que tus padres han tenido en ti y en tu vida, pero tampoco subestimes tu poder para vivir tu propia vida, pero ahora de una manera sana.
Tendrás la libertad de discernir lo que que rescatas de sus enseñanzas y aquellas que apagan tu voz interna, eliminarlas. Solo hay una forma de eliminar el pasado y es perdonándolo.
Nuestro YO superior está en nuestra alma y es ella la que ilumina la mejor parte de nuestro ser, lo mejor es vivir en el presente, hasta el fondo, con todos nuestros sentidos, de un modo útil y cómodo, anclándonos solo en lo positivo, en lo que es bueno para nosotros.
Es desgastante vivir proyectando planes y deseos en el futuro, mejor hagamos una pausa y proyectemos el presente, porque toda la vida es presente, justo como lo hace un niño. Rescatemos a nuestro niño para amarlo y abrazarlo, el tiene muchas cosas que mostrarnos.
Cuando reconoces y amas a tu niño interior también reconoces el valor que tienes para ser amado, ámate y amalo inmensamente y dejarás de juzgarte.
Mi abuela decía “el que espera, desespera”, debemos ser amigos de lo que nos hace bien y no apegarnos a lo que no es favorable para nosotros, si siempre paramos en lo mismo, en nuestra zona de confort, nos perdemos de otras experiencias y lo peor que puede pasar es que volvamos a lo de antes, pero por lo menos lo intentamos.
Te dejo esta meditación para el niño interior, tomada del libro (pincha el libro si quieres comprarlo)
"La vida te ama" de Louise Hay y Robert Holden
Siéntate frente al espejo, coloca tus manos sobre tu corazón, respira profundo y mírate a través de los ojos del amor y háblate con dulzura y amor.
"The kid" o "Mi encuentro conmigo" o "El chico" de Bruce Willis
